EL PODER DE LAS CREENCIAS


Normalmente cuando escuchamos el término creencia, lo asociamos rápidamente al ámbito religioso y a la fe . Sin embargo éste es un concepto mucho más amplio que bien vale la pena dedicarle una profunda reflexión, ya que las creencias, independientemente del contexto o dominio en que nos movemos, sea familiar, social, espiritual, de salud, etc. representan uno de los marcos de referencia más relevantes de cómo una persona dirige su vida. Constituyen el motor fundamental que nos impulsa o la pared que nos frena. Utilizadas en forma apropiada, las creencias pueden ser el mejor incentivo para alcanzar los objetivos que nos proponemos, pero también por el contrario, su efecto puede ser increíblemente limitador y negativo. De allí la importancia de, primero conocer y hacer conscientes las creencias que dominan nuestros pensamientos, para luego elegir cuáles nos conducen al éxito y a los resultados que deseamos y en consecuencia mantenerlas, y cuáles nos frenan o nos desvían para cambiarlas o eliminarlas, en aras de potenciar positivamente el curso de nuestra vida.

La forma como pensamos y actuamos depende mucho de nuestro inconsciente. Por lo tanto, algunas de las creencias que gobiernan nuestros pensamientos y comportamientos las tenemos muy conscientes y otro grupo, mucho mayor, están ocultas en el inconsciente, que es el responsable en buena parte de los éxitos y fracasos que logramos en la vida. Nosotros tenemos distintas creencias que pueden ser muy limitadoras, negativas, dramáticas, de enfermedad, o muy positivas, de logro, de éxito y de salud.

Toda creencia tiene un origen. Por ejemplo, salido del argot refranero, reiteradamente hemos escuchado “loro viejo no aprende a hablar” y el convertirlo en una creencia, nos lleva a cohibirnos de iniciar cualquier tipo de estudios después de cierta edad. Así como otros refranes o afirmaciones, desde mi juicio muy negativos, como “los ricos están contados”, o “yo soy pobre pero honrado”, etc. que una vez arraigadas como creencias se convierten en verdaderas limitaciones para el éxito económico de las personas.

Anthony Robbins, en su muy famoso libro “Poder Sin Límites” cita cinco fuentes o maneras de cómo originamos nuestras creencias, que en forma resumida paso a explicar:
El ambiente que nos rodea. El aprendizaje obtenido en el hogar es una de las fuentes más determinantes en la construcción de las creencias. Si hemos crecido en un ambiente cargado de fracasos o desesperación, es más difícil (por supuesto no es una regla general) que podamos hacernos representaciones internas que fomenten el triunfo. Es por eso que conocemos empresarios exitosos que, por distintas razones, han quedado en bancarrota y sin embargo se levantan de nuevo y vuelven a triunfar. Pero también conocemos por ejemplo a deportistas que han hecho fortuna, o personas que han ganado la lotería y terminan quedando en la misma miseria donde una vez estuvieron.
Los acontecimientos experimentados. Acontecimientos grandes o pequeños, de mucha satisfacción o muy traumáticos, pueden ser fuentes de generación de creencias. Un accidente traumático en una determinada época del año, puede generar una creencia fatalista que impida a una persona hacer cualquier plan de viaje en esa determinada época o fecha. Un simple resultado de una evaluación académica puede ser generador de creencias de “poder” o “no poder” enfrentar satisfactoriamente una determinada carrera profesional.
El conocimiento, bien sea obtenido a través de las experiencias, la lectura, el estudio, etc. permite ver el mundo desde la perspectiva de otras personas. Así el sólo conocer sobre logros de otros, puede despertar una gran fe que impulse creencias también de logro. Siempre ha existido el primer hombre o la primera mujer que alcanzó logros que hasta ese momento parecían imposibles y el conocimiento de eso ha generado importantes creencias en otros hombres y mujeres que han sido fundamentales en el curso del desarrollo de la humanidad.
A través de nuestros resultados anteriores. Basta saber que una vez pude hacer algo para generar la creencia de poder hacerlo nuevamente. De igual manera resultados diferentes a los esperados pueden ser calificados como fracasos y llevar a las personas a formarse la creencia de que no pueden alcanzar tal o cual objetivo porque ya una vez lo intentaron y “fracasaron”.
Representándose mentalmente la experiencia futura como si ya se hubiese realizado. Así como las experiencias pasadas generan creencias, nuestra imaginación puede ser una importante generadora de creencias. No es lo mismo imaginarse que estamos celebrando y disfrutando un logro a imaginarnos las dificultades que vamos a encontrar en el camino, o peor aun un resultado contrario a nuestros intereses.

Identificarlas, ratificarlas, cuestionarlas o cambiarlas
Conocer nuestras creencias nos da pie para actuar sobre ellas, en el entendido que si es una creencia que me ha sido útil y valiosa, ratifico mi pensamiento y la hago cada vez más potenciadora. Si por el contrario, descubro que esas creencias me limitan, me será más fácil intentar cambiarlas.

No tenemos porqué resignarnos a vivir siempre con los mismos patrones de comportamiento. Las creencias limitadoras pueden estar muy arraigadas y ser resistentes pero no invencibles. Por nuestra propia cuenta podemos cuestionarlas y descubrir que son construcciones y juicios que sólo tienen un carácter de veracidad en nuestra mente. Es nuestra realidad la que nos lleva a construir creencias positivas y también a construir creencias negativas.

Lo invito a que sea usted el principal crítico de sus propias creencias. Cuando se encuentre diciendo “no puedo hacer...”, pregúntese qué se lo impide, o diciendo “yo soy así”, pregúntese qué le impide ser de otra manera. Ante afirmaciones como “es que los hombres son…., las mujeres…, el matrimonio…” y otras generalizaciones transformadas en creencias, busque personas y situaciones con características similares cuyos comportamientos o estilos de vida son muy distintos, que obtienen logros que usted cree imposibles, que mantienen relaciones sanas que su creencia manifiesta como fuera de alcance. Analice sus “debería”, sus “yo puedo o no puedo”, sus afirmaciones o juicios acerca de usted mismo y busque en su experiencia momentos que su actuar y sus resultados han sido contrarios a esas creencias. Lo importante es entender que toda creencia puede cambiarse. Anímese ¿Usted cree que puede? ¿o cree que no puede? Yo estoy seguro que puede, por sí mismo, o tal vez con cierta ayuda y eso también es válido.

A través del trabajo psicoterapéutico y con la ayuda de técnicas que nos brinda la Programación Neurolingüística (PNL) se pueden aprender y desarrollar habilidades que le hagan más fácil ese cambio. El mundo está lleno de experiencias de personas que han hecho historia rompiendo creencias. Ellos pudieron, usted también puede.

Gerardo J. Velásquez D.

EL COACHING Y LA PSICOTERAPIA ONLINE


Es una realidad que, como consecuencia del avance tecnológico, el mundo de las comunicaciones se ha venido transformando radicalmente. Por eso hoy tenemos formas de comunicarnos que apenas unos años atrás creíamos que podían existir solo en las películas de ciencia ficción.
Éste es un proceso irreversible, ya no se trata solamente de la utilización de la plataforma tecnológica para comunicarnos y estar en contacto con amistades y familiares, sino que cada vez es más frecuente su uso en múltiples actividades profesionales, que se han ido desplazando desde el trabajo, educación y negocios en sitio real, a las operaciones virtuales.

Las Redes Sociales
La forma en que nos relacionamos los seres humanos ha sufrido cambios interesantes en los últimos años, interfiriendo de forma positiva y negativa en las relaciones interpersonales. Son muchos los estudios que se han dedicado a analizar este fenómeno del uso y abuso de las nuevas tecnologías que posibilitan de manera increíble la forma instantánea de interacción entre las personas, independientemente de donde estén, se conozcan o no, con un nivel de eficacia comunicacional como si los interlocutores estuvieran en el mismo lugar.
Gracias a la tecnología y el desarrollo de estas redes sociales ha sido y es posible establecer relaciones entre personas que, en otro contexto, tal vez nunca llegarían a cruzar una sola palabra en el mundo real. Ya que plataformas como  Whatsapp, Facebook, Twite, Instagram, Skype y muchas otras, permiten esta comunicación con la utilización de los respectivos equipos como PCs, laptops, teléfonos móviles o tablets y otros equipos que siguen apareciendo día a día con una velocidad sorprendente.
Como no podemos revertir esta realidad y mucho menos frenar la velocidad con que se está experimentando este cambio, que actúa fuerte y directamente en la manera de establecer y mantener nuestras relaciones, sólo nos toca comprender sus limitaciones o desventajas y enfocarnos a trabajar en la orientación y buen uso de los medios y sus ventajas.
Esta nueva forma de comunicación puede ser muy efectiva y útil para ayudar a aquellas personas que se encuentran aislados producto de alguna minusvalía o aislamiento geográfico, también facilita la comunicación y el establecimiento de lazos entre personas con intereses y necesidades comunes, permite el mantenimiento de contacto frecuente con familiares y amigos sin que la distancia sea un impedimento y por supuesto, también representa importantes ventajas en los ámbitos profesional, académico y laboral, ya que permite la asistencia a eventos como reuniones, entrevistas, cursos y consultas sin necesidad de desplazamiento alguno, aunque el evento ocurra en otro país.
Por supuesto, siempre está el riesgo de las desvirtualización o deterioro de la calidad de las relaciones interpersonales, el riesgo de hacer relaciones insanas, caer en redes criminales, perder el roce o contacto real con seres queridos. Sin embargo, estos aspectos son mas probables que ocurran cuando no existe una adecuada orientación y sobre todo un adecuado modelaje en la base del núcleo familiar.

El impacto y adaptación del inmigrante
Suelo recordar en mi época de estudiante universitario cuando la palabra globalización parecía solo un tema de moda en los estudios gerenciales. Hoy vemos que la operación, diversificación y expansión de los negocios, está efectivamente globalizada, ya no pertenece a un país o región, se lleva y se desarrolla en cualquier lugar del mundo donde se puedan obtener o brindar  beneficios. De esta manera, los profesionales de cualquier nivel o experiencia son requeridos en lugares muy distantes a su lugar de origen, con la consecuente adaptación a nuevas culturas y en muchos casos con la obligación y necesidad de aprender y vivir con un idioma distinto.
Por otra parte, es un hecho conocido que las condiciones de los países cambian, muchas veces para bien y otras no tanto. Basta hacer una revisión de la historia reciente de Latinoamérica, la que por supuesto conozco mejor en mi carácter de Venezolano, donde casi todos los países han tenido serias crisis política, económica y social, que se han mantenido por años, en cuyos períodos, sus habitantes se han visto en la necesidad de buscar opciones de vida en otros países, como es el caso actual de Venezuela, que pasó de ser un país acostumbrado a recibir inmigrantes, a un país “exportador” de inmigrantes.
Por supuesto que el hecho de que una persona decida dejar su país de origen, bien sea por razones profesionales, o peor aun, motivada con la creencia de que encontrará en otro país una mejor calidad de vida para sí mismo y para sus hijos, lo va a llevar a convivir y enfrentarse con múltiples problemas, desajustes emocionales, sentimientos de pérdidas, frustraciones y un sin número de nuevas situaciones que ameritan una atención especial, como lo explica muy bien el Psiquiatra Harry Czechowicz en su excelente libro Inteligencia Migratoria, donde aborda la gran diferencia entre “el turista” y “el inmigrante” y resalta el desbalance emocional que este último ha de transitar.

LA PSICOTERAPIA ONLINE
La psicoterapia es una de las actividades que con mucho éxito se ha venido incorporando en este mundo virtual de las comunicaciones, dado que cuenta con muchas ventajas tanto para pacientes como para los profesionales. Como suele suceder, al principio la respuesta y por ende la actividad fue un poco tímida, sin embargo, con el tiempo el usuario le ha ido sacando provecho y se ha cambiado bastante la creencia de que esta función es sólo efectiva en un consultorio, cara a cara, o con el viejo paradigma del paciente en el diván.
Desde mi juicio, la psicoterapia online ha resultado ser una excelente alternativa para aquellas personas, que por distintas razones, han decidido o han sido forzadas a residenciarse en un país distinto a su lugar de origen. Esta opción terapéutica les ha brindado la sensación de poder expresarse y sentir que son escuchados y sobre todo entendidos en sus inquietudes, lo cual resulta más difícil cuando les toca expresarse en otra idiosincrasia o idioma.
Gracias a la tecnología, se pueden citar algunas ventajas de este modelo psicoterapéutico como:
·      La relación y el contacto terapeuta y paciente independientemente la ubicación física, distancia y horarios entre ambos.
·      No es necesario acudir al centro de psicología y el paciente recibe la asistencia desde su propia casa u oficina.
·      Evita la incomodidad que muchas personas sienten en una sala de espera para ser atendido por el psicólogo.
·      Tiene la gran ventaja que aun estando en países y latitudes distintas pueda efectuarse con un psicoterapeuta en su mismo idioma e idiosincrasia.
·      Facilita la continuidad del proceso aunque el paciente o terapeuta se muden a otra país o ciudad.
·      Esta modalidad terapéutica suele ser mas económica que la psicoterapia tradicional
·      Permite una mayor flexibilidad en la elección de los horarios para las sesiones.
·      facilita que los pacientes, aquellos que se van a otros lugares, puedan seguir teniendo contacto con su psicoterapeuta.


El cambio, siempre va a existir. El avance tecnológico en las comunicaciones no lo detiene nadie. De manera que nos toca aprender a vivir con estos avances, estar muy alertas con los riesgos y sacar el mayor provecho.

Gerardo Velásquez