LAS FOBIAS

USTED NO TIENE POR QUÉ VIVIR ATEMORIZADO Son muchas las oportunidades que, sin existir una razón aparente sentimos una sensación de temor inexplicable, clínicamente esto es comúnmente denominado angustia, es decir el miedo sin saber a qué. Por otro lado, sentimos lo que llamamos el “miedo normal” que es una simple reacción emocional ante un estímulo determinado. El miedo y la angustia forman parte de la respuesta normal del individuo, con reacciones psicológicas y corporales necesarias para la supervivencia. Tanto el miedo como la angustia, son reacciones originalmente normales y útiles para la supervivencia. Esta utilidad se desvirtúa al aumentar tanto en intensidad y frecuencia que, en lugar de ser un mecanismo defensivo provechoso, se convierte en una fuente de sufrimiento y de incapacidad. Cuando esa intensidad y/o frecuencia se presenta en forma irracional y desproporcionada con la situación, generalmente nos estamos refiriendo a uno de los trastornos que más afectan a las personas como son las Fobias. La fobia se define como el miedo o temor patológico que experimenta un individuo ante objetos o situaciones que no representan en sí mismos un peligro real para su salud o para su vida. Una persona fóbica evitará por todos los medios posibles el exponerse o enfrentarse con las causas de ese miedo irracional, no acorde a las circunstancias u objetos que lo generan. Caso contrario, sea por accidente o porque no pudo evitarla, la situación le generará un comportamiento muy ansioso y con mucho displacer. Las fobias se pueden catalogar en tres categorías: Fobias simples, Agorafobia y Fobias Sociales: Fobias simples: Con un miedo específico a algún objeto, animal, o situación determinada. Muchas personas experimentan este tipo de fobias, con miedos intensos e irracionales a ciertos objetos o situaciones. Algunas de las más frecuentes son las fobias a la altura, a la oscuridad, a las tormentas, a ciertos animales, a la visualización o extracción de sangre, a los ascensores, a los aviones, etc. La fobia simple se caracteriza por un marcado y persistente miedo irracional y excesivo, originado por la presencia o anticipación a objetos o situaciones concretos. El estar frente al estímulo fóbico provoca en el sujeto una respuesta ansiosa. La mayoría de las veces este estímulo es evitado, por lo que la calidad de vida de la persona con este trastorno no llega a verse seriamente afectada, pero si es experimentado se desencadenará un episodio de intensa ansiedad Agorafobia: es un tipo de trastorno de ansiedad muy frecuente. Puede tratarse de miedo a estar en espacios abiertos, o miedo a estar en espacios o situaciones donde la huída es difícil porque implica un compromiso. Como la persona tiene miedo a padecer la crisis y a no poder ser ayudado, o simplemente perder el control en ausencia de conocidos de confianza, acaba por recluirse en su casa sin salir. Las situaciones que son más comúnmente evitadas son el encontrarse lejos del hogar, en un ascensor, en un avión, en un lugar cerrado, en medio de una multitud o en espacios abiertos. Algunos sujetos pueden enfrentar estas situaciones pero a expensas de sufrir severas ansiedades, miedo o síntomas equivalentes. Las pensamientos mas frecuentes son las siguientes: "Voy a desmayarme", "Voy a perder el control", "Voy a volverme loco", "Voy a quedar paralizado por el miedo", "Voy a asfixiarme hasta morir", "Voy a tener una ataque al corazón".La gravedad de la ansiedad anticipatorio, o miedo al ataque de pánico ("miedo al miedo") repercute invariablemente en la conducta del afectado: En los casos leves, el agorafóbico evitará muy pocas situaciones o ninguna, pero su nivel de ansiedad para afrontarlas será elevado. En los casos moderados, su movilidad será más restringida; si bien podrá manejar algunas situaciones solo, para otras requerirá de compañía. En los casos severos, su movilidad se verá absolutamente restringida, requiriendo de compañía aún para caminar cerca de su hogar. En muchos casos, los agorafóbicos severos no pueden permanecer en sus casas sin compañía. Fobias sociales: Es el miedo por parte del sujeto a estar expuesto bajo la observación de otros. La fobia social suele aparecer típicamente en la adolescencia, y puede haber antecedentes infantiles de timidez o inhibición social. También la aparición de la fobia social puede surgir bruscamente luego de haber experimentado una situación humillante o estresante, o bien puede aparecer lentamente. Un sujeto que padece de fobia social, al estar frente a un evento en público, ya sea hablar frente a un grupo de gente, comer, beber o escribir, experimenta una constante preocupación por la posibilidad de que los demás los perciban como loco, ansioso, débil, además suele creer que la situación puede resultar embarazosa. Quien padece de fobia social tiene la idea que las otras personas son muy competentes en público y que él o ella no lo es. Pequeños errores que cometa podrán parecerle mucho más exagerados de lo que en realidad son. Puede parecerle muy vergonzoso ruborizarse y siente que todas las personas lo están mirando. Puede tener miedo de estar con personas que no sean las más allegadas. O su miedo puede ser más específico, como el sentir ansiedad si se tiene que dar un discurso, hablar con un jefe o alguna otra persona con autoridad, o bien aceptar una invitación. Existen dos tipos de Fobia Social, las de ejecución, como hablar en público, comer en público, hacer deportes o usar baños públicos, y las de interacción, como ir a fiestas, socializar, pedir ayuda a un profesor o hablar con el jefe. Según la gravedad, pueden ser Específicas, que implican miedo a una o dos actividades, generalmente de ejecución, y que resultan poco incapacitantes, y las Generalizadas, que implican múltiples actividades temidas (de ejecución y de relación) y que pueden resultar profundamente incapacitantes y frustrantes para el desenvolvimiento del individuo en su devenir diario. ¿Qué hacemos ante las fobias? Dependiendo del tipo de fobia y la gravedad de la misma, la persona puede “aprender a vivir” con esa limitación, generalmente a través de la evitación. Sin embargo, también puede llegar a ser una condición inhabilitante para la persona y requerirá de un tratamiento que al menos aminore el sufrimiento y le proporciones recursos que lo ayuden a enfrentar la vida, o incluso en muchas ocasiones a erradicar la fobia. Vía farmacológica existen distintos tratamientos específicamente dirigidos al tratamiento de la ansiedad. Por otra parte existen tratamientos no farmacológicos que han tenido buenos resultados, sobre todo con la combinación de ellos, como son la Psicoterapia, generalmente trabajando sobre experiencias traumáticas que permanecen en la historia inconsciente del sujeto, las Técnicas Cognitivo Conductuales, que buscan el desprendimiento de la persona de aprendizajes anómalos y el afrontamiento controlado de los estímulos aversivos, la Neuroterapia, con mucha efectividad en el entrenamiento para equilibrar la respuesta electroencefalográfica y controlar las crisis de pánico y la Hipnosis, con trabajos directos al inconsciente de la persona, para con sus propios recursos aprender nuevos patrones perceptivos y de comportamiento ante las situaciones fóbicas. Es muy importante es que la persona conozca que existen estas alternativas y no permita que esos miedos irracionales limiten su vida normal 

Gerardo J. Velásquez D.

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